Durante las últimas semanas hemos visto en los medios de comunicaciones en reiteradas oportunidades hablar de las Licencias No Automáticas (LNA). Muchos podrán preguntarse qué son las licencias no automáticas. La respuesta es la siguiente: las LNA funcionan como una barrera a las importaciones de productos, es decir, a ciertos artículos que el país importa porque no produce internamente ya sea por cuestiones de costos o porque no posee los medios para la fabricación de los mismos se le impone una licencia no automática. Significa que estos productos no tienen un ingreso directo sino que requieren de un permiso del gobierno que debe de evaluar si lo otorga o no lo otorga. De esta forma burocráticamente se limita el acceso a ciertos productos que el gobierno puede considerar que no quiere que ingrese hacia el interior de la economía.
A principio de año Argentina decide aplicar este tipo de medida para una gama de productos que, según el gobierno, estaba poniendo en riesgo nuestra política de desarrollo industrial. Esto beneficio a ciento de fábricas en el país como los son las autopartistas, textiles, ensambladoras de electrodomésticos, electrónica, etc.
Esto trajo problemas con nuestro principal socio comercial que es el Brasil. Los industriales paulistas no tardaron demasiado en ir a formular sus quejas a funcionarios del gobierno de Dilma Rouseff; que rápidamente fueron escuchados pidiéndole a la Argentina que facilite y permita el ingreso de productos brasileños a la Argentina. El gobierno de Cristina desoye estos pedidos y se decide avanzar con la medida a pesar de que nuestro vecino país no estaba de acuerdo. También manifiestan quejas otros países como por ejemplo el Uruguay que también vio frenado por falta de permiso a ciertos productos que el vecino país exportaba hacia la Argentina.
Finalmente hace unas semanas el gobierno de Dilma terminó por aplicar medidas muy similares a las que Argentina tomo en los meses de verano para una gama de productos que ingresaban a la Argentina. Esta medida que Brasil decidió tomar afectó principalmente a la industria automotriz (terminales y autopartistas), gran pilar del crecimiento de la Argentina y que durante los últimos años demostró un fuertísimo potencial. La medida que adoptó Brasil afecta fuertemente a la Argentina ya que gran parte del superávit que el país obtiene es en buena medida por lo que la industria del automóvil obtiene al enviar vehículos a Brasil.
La pregunta que uno se hace es la siguiente ¿qué pasa en estas latitudes que nuestros gobiernos están tomando este tipo de medidas? La respuesta es importante, ya que uno puede estar o no de acuerdo con medidas de este tipo. Pero creo que es importante destacar que existe en nuestro continente una política de defensa a la industria nacional y que nuestros políticos están interesados en defender a ciertos sectores que en muchos casos son grandes creadoras de mano de obra.
¿Qué pasa que se llegó a esta situación? La política monetaria extremadamente laxa que viene adoptando EE: UU para estimular su vapuleada economía hace que la tasa de interés en el país del norte este por el piso. Eso hace que sea poco atractivo el dólar como moneda para invertir, de esta forma los capitales vuelan hacia otros países como lo es el caso de Brasil que tiene tasas de interés mucho más atractivas. Esto hace que lleguen miles de millones de dólares a Brasil haciendo que la moneda de este país (el real) se aprecie muchísimo (pasando de $R 2.4 en enero del 2009 a $R 1.55 aproximadamente en la actualidad) pese a que el gobierno haya establecido impuesto a los capitales. Por el lado de Argentina, vemos que el superávit muy alto, en gran medida por el boom exportador de la soja y otros productos primarios hacen que también lluevan dólares en nuestra economía, que a diferencia de Brasil, el gobierno no dejo caer el tipo de cambio. El resultado de esto se ve en la elevada tasa de inflación que el país soporta actualmente. Esto hace que en lugar de tener una apreciación nominal tengamos una apreciación real (suben los precios en pesos, el dólar casi no varía y en consecuencia el tipo de cambio se aprecia en términos reales vía precios más caros en dólares). Estas dos cosas apreciación nominal en Brasil y apreciación real han afectado a los sectores industriales de ambos países haciéndoles perder niveles de competitividad.
Me parece importante entonces que los gobiernos salgan en defensa de sus empresas y de los puestos de trabajo que se generaron en estos años. También es importante que la medida no sea ajustar el gasto público o realizar mega-devaluaciones que generan un empobrecimiento de las clases medias-bajas.
No estoy con esto defendiendo a las medias creo que este tipo de medidas pueden ser solo transitorias para que ciertos sectores ganen competitividad y no tengan que reducir producción y por lo tanto empleo. Tampoco tiene sentido entrar en una guerra comercial donde empiecen a instaurar de ambos lados impuestos a la importación o cerrarse con LNA. Espero que estas 2 presidentes puedan reunirse y que con sus equipos puedan llegar a un acuerdo para poder reabrir el paso a ciertos productos de ambos países. Pero reitero y destaco como importante el hecho de que a diferencia de otras épocas donde las empresas cerraban y se iban a otras regiones como el sureste de Asia hoy se intente protegerlas y defenderlas, y con ellas a los cientos de miles de empleados que trabajan dentro de estas fábricas.
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